Julia Roberts no estaba entre los asistentes al funeral celebrado en la iglesia de Santa Ana en Santa Mónica (Los Ángeles) el pasado 8 de marzo para despedir a su hermanastra Nancy Motes, que murió aparentemente de sobredosis el pasado mes.

Pese a las muchas especulaciones que levantó la ausencia de la actriz, personas cercanas a la familia confirman que prefirió recordarla en una ceremonia privada a la que solo acudieron los más íntimos.

“No querían acaparar toda la atención con su presencia, querían que todo se centrara en recordar a Nancy. Prefirieron reunirse en la intimidad; todos trajeron fotos de ella, y cada uno honró su memoria a su propia manera. Fue duro para ellos, pero creo que Nancy hubiese estado de acuerdo con ello”, explicó una fuente a la revista InTouch.

Sin embargo, la ausencia de Julia se suma a los rumores que apuntan a que su hermanastra, a la que unía una compleja relación, dejó una nota en la que acusaba a la actriz y su fama de haberla empujado al suicidio.

El mes pasado, el prometido de Nancy, John Dilbeck, explicó en un comunicado que la hermanastra de Julia había crecido a la sombra de la celebridad, y que pese a que siempre estuvo orgullosa de ella, tenía “serios problemas de abandono”.

“Cuando era solo una adolescente tuvo una operación de rodilla que la hizo ganar peso al no poder hacer ejercicio. Mientras su hermana se convertía en la novia de América, Nancy era una adolescente insegura y con sobrepeso. Nancy adoraba a su hermana, pero le fue doliendo cada vez más la manera en la que Julia la trataba”, relató en una declaración enviada a la revista US Weekly.