Ha sido yonqui en “Requiem for a dream” (2000) y ganó un Oscar como la esposa de un genio trastornado en “A beautiful mind” (2001), pero Jennifer Connelly asegura que “No llores vuela”, de la directora peruana Claudia Llosa, es “el papel más complicado” que ha hecho nunca.

La película, que se estrena este 23 de enero en España, cuenta la historia de Nana Kunning, una mujer luchadora, con capacidad para sanar a otros a través del arte y la naturaleza, que se reencuentra con su hijo 20 años después de separarse a causa de una tragedia.

“Me pareció muy valiente por parte de Claudia poner a esta mujer en el centro, una mujer que no pide perdón por su comportamiento. Como madre es muy distinta a lo que yo soy, no me identifico con sus elecciones, pero entiendo lo que hace, y hay algo en ella que encuentro maravilloso”, dijo la actriz en una entrevista con Efe.

“Nana no es capaz de mostrar afecto de manera obvia, no es física, no es cálida, pero en sus acciones ves que lucha por sus hijos. Incluso en la separación, ese viaje extraño que emprende, da amor a los demás y eso es un alivio para ella”, añadió.

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Connelly había visto “La teta asustada”, la ópera prima con la que Llosa se llevó el Oso de Oro en la Berlinale en 2009. Su primer encuentro se produjo en Nueva York. Tenían concertada media hora y al final se pasaron más de cuatro horas hablando.

Con “No llores, vuela” ha demostrado que, si el papel lo merece, está dispuesta a arriesgar, y también a pasar frío, ya que la historia se rodó, con el termómetro bajo cero, en medio de la nieve, en Canadá.

Sobre el trabajo de Connelly, Llosa se muestra entusiasmada. “Tiene una capacidad muy fuerte para transmitir la variedad e intensidad de las emociones con un mínimo gesto, y le da muchas dimensiones al personaje: una carga de misterio, de dolor, de fragilidad, aunque es fuerte”, detalló.

El punto de partida del guión, según su autora, fue la idea de dos hermanos que se ayudan en la inmensidad de la naturaleza, en la soledad máxima, y a quienes una experiencia transformadora obliga a comprender “la fragilidad de la vida” desde una edad temprana.

Además de la maternidad y la dificultad de superar la tragedia y de ser perdonado, la película aborda de manera lateral el poder curativo del arte y la naturaleza.

En 2015 Jennifer Connelly seguirá demostrando que, pese a su aparente fragilidad, le gustan las apuestas fuertes, ya que tiene pendiente de estreno “Shelter”, dirigida por su marido Paul Bettany, en la que interpreta a una mujer sin techo en las calles de Nueva York. EFE