“Si tienes talento, siempre tienes talento. No lo pierdes. El carisma tampoco”, asegura el actor en una conversación mantenida en un hotel de Los Ángeles con motivo del estreno de The Expendables 2, su proyecto más importante en años en Hollywood, el próximo viernes en Estados Unidos.

Cercano en el trato, “JC”, como le llaman sus allegados, habla con la contundencia de quien se ha ganado a pulso un lugar en la historia del cine de acción, desde las producciones independientes hasta los estudios, y satisfecho de dirigir su propia carrera. Poco importa si muchos de sus proyectos fueron directamente a DVD.

“Tienes una audiencia para la gran pantalla, otra para el DVD, otra para el vídeo bajo demanda (Video On Demand)”, explica sereno Van Damme quien reconoce que es “genial” volver a “estar en una gran película para el cine”.

“Quiero ser honesto, como lo son mis interpretaciones y eso hoy en día es un problema. Si hiciera secuencias pasadas por el filtro del ordenador sé que sería falso”, admite Van Damme, frustrado por el abuso de las nuevas tecnologías para las peleas en las películas.

Protagonista de cintas de principios de los 90 como “Double Impact”, “Timecop” o “Street Fighter”, el actor define Hollywood como un lugar extraño y reconoce que las productoras ya no dependen de artistas con habilidades físicas como las suyas para sus proyectos de acción.

“Hoy es posible todo con el croma y la informática. Los estudios son como el sistema bancario. Si Van Damme funciona en DVD simplemente invierten un millón de dólares para hacer su película y ganan 20 o 40 millones. Para qué cambiar…”, declara sin resignarse del todo.

Van Damme recuerda sus comienzos, su tiempo de “rock and roll”, como lo definió, cuando este belga, tan musculado como flexible, llegó a Estados Unidos con la idea de ser una estrella como Sylvester Stallone o Arnold Schwarzenegger.

“Yo creé el golpe doble”, dice reproduciendo con su voz el sonido cinematográfico de dos puñetazos seguidos. “Era algo nuevo en aquel momento. Bastaba con echar para atrás tres frames de una toma de un golpe, así se dobla el efecto del impacto. Es algo que si lo hicieras ahora parecería una estupidez”, comenta.

El Van Damme de “The Expendables 2” es un villano despiadado pero con un código de honor, un personaje frío que el actor encarnó hasta el punto de mantener las distancias durante todo el rodaje con el resto del reparto con Stallone, Schwarzengger o Bruce Willis a la cabeza.

“Les miré como si no fueran nadie. No hablé con ellos hasta el final, se notaba la tensión. Luego les dije que yo no era así. Ellos son mis héroes”, afirma JC. EFE