Carlos Vermut, que acudía por primera vez al Festival de San Sebastián hizo historia al convertirse en el primer director con una sola película, que fue difundida solo por internet, ganador de los premios más importantes del Zinemaldia.

Concha de Oro a la mejor película y Concha de Plata al mejor director, un doblete que no se producía desde 1997, con Claude Chabrol y su película “Rien ne va plus”.

Ilustrador y guionista, Vermut es amante de los manga y del universo fantástico de los héroes japoneses de papel, unas influencias que no solo no esconde, sino que derrocha en cada plano de “Magical Girl”, para la que también ha dibujado varios carteles que han estado adornando estos días las calles de San Sebastián.

Este segundo largometraje de Vermut es cine negro en estado puro, ambientada en Madrid, con referencias al momento de crisis que vive la sociedad española, y contiene un claro homenaje a los tebeos japoneses, que el director adora, ya desde el propio título, el manga Maho Shojo (Niña mágica), sobre niñas que se transforman en hadas.

Los productores han destacado “la mezcla de humildad y de potencia del director”, que es además “magnético y adorable”, ha dicho Pedro Hernández, y han confiado en poder hacer más películas con Vermut.

Entre las Conchas españolas destacan “La mitad del cielo” (1986), “Cartas a Alou” (1990), “Alas de mariposa” (1991), “Días Contados” (1994), “Bwana” (1996) y “Los lunes al sol” (2002). EFE