La Puerta de Brandeburgo se convirtió en escenario de “El gran dictador”, la visionaria parodia de Adolfo Hitler de Charles Chaplin , plasmada ante el emblemático monumento 80 años después de la visita del genial cómico a Berlín.

El legendario film de Chaplin, presentado por su hija y actriz Geraldine Chaplin, abrió una gran retrospectiva dedicada al cómico desde ese monumento, señal de identidad de la capital alemana. Centenares de berlineses y visitantes se plantaron al caer la noche ante la Puerta de Brandeburgo para seguir la proyección al aire libre, en sillas plegables o sentados en el suelo.

Fue un vistoso arranque para el festival “Chaplin Complete”, en que se proyectarán un total de 80 filmes, en el cine Babylon, y durante los próximos 24 días. Diez de las proyecciones tendrán acompañamiento musical en vivo de la Nueva Orquesta de Cámara de Potsdam, dirigida por Timothy Brock, quien desde hace 10 años se dedica a restaurar las partituras de las cintas a petición de la familia.

La proyección al aire libre tenía rango de acontecimiento por confluir la carga simbólica del monumento y la temática de la parodia filmada en 1940, siete años después de la llegada de Hitler al poder y apenas uno después de la invasión de Polonia.

El visionario filme de Chaplin, su retrato de la vida en un gueto judío y los campos de concentración pasaron a la historia como un lúcido reflejo el terror que se avecinaba y que muchos incluidos grandes estadistas no acertaron a ver a su debido tiempo. “Es tan simbólico, es un momento histórico, es increíble pensar que esa película se va a proyectar allí”, comentó Geraldine Chaplin en declaraciones a Efe, antes de la proyección.