Christopher Nolan convirtió a Batman en un “caballero oscuro”, Zack Snyder sentó en el diván a “Superman” y ahora, el príncipe de las tinieblas también se convierte en un superhéroe medieval atormentado en “Dracula Untold”, con Luke Evans como enésima reencarnación cinematográfica del hombre-vampiro.

La película, que se estrena este viernes en Estados Unidos, el jueves en Argentina y Perú, el 16 de octubre en Chile y Colombia y el 24 de octubre en España, tiene un título que hace inevitable la pregunta: ¿qué contar que no se haya contado ya de Drácula?

“Con ese mismo escepticismo empecé a leer yo el guión. ¿Realmente el cine necesita otro Drácula?”, confesó en un encuentro con la prensa su director, el cineasta irlandés Gary Shore, que ha renunciado a la moda del 3D, porque su película “es una aproximación bastante clásica”.

“Fue un alivio no usarlo”, aseguró.

Shore pronto encontró que esta nueva aproximación a Vlad “el empalador” “mete al personaje real de una manera muy convincente en el contexto histórico y a la vez crea su propia mitología”, además de tratar la relación no solo romántica (perfil explorado por Coppola en “Bram Stoker’s Dracula”) sino su papel como padre.

Es por eso que en medio de esa épica de un medievo sucio y oscuro que domina el filme, el protagonista de “Dracula Untold” asume el vampirismo para usar los superpoderes que le da para defender a su pueblo rumano (era príncipe de Valaquia, al pie de los Cárpatos) del ataque de los turcos en la segunda mitad del siglo XV.

Esos superpoderes (velocidad de vértigo, visión en la oscuridad, fuerza imparable y transfiguración en un ejército de vampiros) reinterpretan entonces al príncipe de las tinieblas como una suerte de pionero de toda la familia de Marvel y compañía.

“Todos los superpoderes son parte del folclore de Europa del Este sobre Drácula. No nos hemos inventado nada para hacer un éxito”, aseguró Luke Evans, el actor elegido para el mítico personaje.