Tras el grito de las masacres se impone el silencio del terror. El realizador estadounidense Joshua Oppenheimer vuelve a retratar el genocidio indonesio de 1965 en The Look of Silence, el único documental que compite por el León de Oro en Venecia, pero esta vez pone el foco en las víctimas.

Si “The Act of Killing”, finalista a los Óscar en 2013, estremeció a medio mundo con los grotescos testimonios de los autores materiales del pograma comunista que dejó en las cunetas a un millón de indonesios, The Look of Silence ofrece la otra cara de la moneda, la de los supervivientes traumatizados para siempre.

Uno de ellos, Adi Rukun, protagonista del filme, asistió a la presentación en el Festival de Venecia, acompañando a su director.

Rukun se enfrenta cara a cara en la película, y sin perder la calma ni un instante, a varios líderes de los escuadrones de la muerte, incluido el que mató salvajemente a su hermano cuando él aún no había nacido.

“Esta película no puede curar a mi familia después de lo que ha sufrido”, dijo Rukun, que trabaja en su país vendiendo gafas puerta a puerta. “Para los que estamos vivos, sólo la muerte acabará con nuestro trauma”.

“Pero sí puede servir a mis hijos y a generaciones futuras”, añadió. Rukun se ha mudado a otro punto de Indonesia antes de que se estrene el documental, por razones de seguridad. El resto del equipo nativo que ha participado en la filmación, permanece en el anonimato, al igual que en “The Act of Killing”.

“Sólo quería que los asesinos supieran y admitieran que lo que hicieron estuvo mal, para ser capaces de perdonarnos, de vivir juntos” y “acabar con esos sentimientos de miedo y sospecha mutua entre vecinos con los que vivimos”, aseguró.

Ambicioso propósito en un país donde hablar del pasado es tabú, y donde nunca hubo juicios ni comités de la verdad, tal y como cuenta el documental.

“Quería sumergir al espectador en el silencio impuesto a los supervivientes”, explicó Oppenheimer. “Sus vidas están destrozadas por el miedo que sigue a toda atrocidad, y sobre todo cuando no se hace justicia”.

A raíz de la repercusión internacional de su anterior trabajo, que obtuvo, entre otros, el premio BAFTA al mejor documental y el de la Academia del Cine Europeo, Oppenheimer ha sido declarado persona non grata en Indonesia. No puede volver al país asiático.

De hecho, The Look of Silence se rodó principalmente en 2012, cuando terminaron de editar “The Act of Killing”. “Sabíamos que no sería seguro regresar más tarde”, comentó.

También hay escenas rodadas entre 2003 y 2005. En total, el director ha trabajado durante diez años con ambos proyectos.

“El tema me atrapó, en realidad no lo busqué. Es ahora cuando empieza a irse. Echaré de menos Indonesia y al equipo, que es mi familia, pero ahora espero poder mover ficha hacia un contexto totalmente distinto”, ha avanzó, sin querer entrar en detalles.

Con información de EFE.