“Es difícil estar en un lugar donde no quieres estar y que la gente no se dé cuenta”, indicó el actor Diego Luna durante la presentación en la capital mexicana de la obra teatral “Cada vez nos despedimos mejor”: un monólogo sobre encuentros y desencuentros con el que vuelve a sus orígenes.

“Siento que mi trabajo es un trabajo de convicción”, acotó el intérprete.

En México, donde nació, creció, se enamoró del teatro y empezó en el cine y la televisión, “están muchas de las razones por las cuales hago lo que hago”, afirmó.

“Que no quiere decir que no pueda aprender o crecer fuera, pero inevitablemente quiero volver. No hay noticias que me peguen más duro que las noticias de mi país, aunque las lea en otro”, dijo Diego Luna.

El también director, productor y guionista representará a partir del 22 de noviembre a Mateo, quien, acompañado solo por un músico en el escenario, contará con esperanza y humor su relación con Sara y la Historia de México.

Un país en el que la gente se caracteriza por su inocencia e ingenuidad en las relaciones de amor, lo que les “permite volver a creer” sin importar cuántas veces se hayan caído, pero también presente a la hora de votar, dijo Luna.

“Me encantaría como ciudadano no contar con esa inocencia y esa ingenuidad, y, (…) cada vez que me presente yo a una elección, acordarme de todo lo que ha pasado hacia atrás”, señaló al comparar su personaje con los mexicanos, que tras cada elección presidencial regresan “al mismo punto”.

La obra recorre la Historia mexicana de 1979 a 2012, con sucesos como el terremoto de 1985 o los procesos electorales, con el mensaje de “no perder la esperanza, pese a que en cada elección presidencial la mayoría” de los mexicanos la perdió, dijo el director y escritor de la obra, Alejandro Ricaño.

“Queríamos contar una historia de amor que tuviera también de fondo esta historia de amor-odio que tenemos con nuestro propio país”, explicó.

La obra, que se representará al menos hasta mediados de enero en la capital y fuera de ella, surgió tras varias conversaciones o “borracheras” con Luna, contó.

El intérprete de “Y tu mamá también”, “La Terminal” y “Milk” lamentó la falta de promoción de los muchas y buenas voces de teatro de la capital mexicana, “entre las cinco ciudades con más oferta” en el mundo, y se mostró en cambio “cansado” de encontrar obras sin conexión con el mundo en el que vive.

“No es que esté bien o esté mal, pero yo ya estaba cansado de ir a buscar obras (…) que suceden en Nueva York, Londres, Copenhague, y tropicalizarlas un poco y meterle unas cuantas palabras mexicanas y referencias que conecten con el publico”, indicó.

El actor dijo que está intentando superar las dificultades que implica hacer su primer monólogo, como la memoria y “entender el espectáculo entero (…) como un respiro que te pertenece” y en el que “no hay a quien echarle la culpa”. EFE

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