Daniel Radcliffe, el actor que saltó a la fama por su personaje de Harry Potter, confesó que grabó ebrio varias escenas de las diferentes cintas de la saga. Estos problemas le fueron generados por su fuerte adicción al alcohol.

“Fui a trabajar estando borracho. Podría decirte algunas escenas en las que estaba ido, con la mirada muerta. Tengo una personalidad muy adictiva. Era un problema”, dijo Radcliffe a la revista británica ‘Heat’.

Pese a que ya superó su dependencia a la bebida, Daniel Radcliffe reveló que “estuvo mal, tomaba mucho y era todas las noches”.