Una mujer desnuda de la cintura para arriba irrumpe en plena celebración de la misa. El cura escandalizado le dice:
- Señorita, usted no puede entrar así aquí.
La chica enfadada le responde:
- Claro que puedo, tengo el derecho divino.
- Vale… y el izquierdo también, pero no es la manera de venir aquí.