Luego de dar los exámenes finales Jaimito llega a su casa. Su papá le pregunta:
- ¿Qué tal te fue hijito?
- No se papá, pero el maestro que me tomó el exámen era muy religioso.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque mientras corregía mi prueba decía: ¡Ay Dios mío! ¡Santa Madre de Dios!