Este era un chico tan, pero tan enamorado que no dormía ni comía. Él le decía a su novia:

- Por la mañana no tomo el desayuno porque estoy pensando en ti.

Al mediodía no almuerzo porque sigo pensando en ti.

Por la noche ya no ceno, porque no hago otra cosa que pensar en ti.

- ¿Y por qué no duermes? ¿Sigues pensando en mi?

- No… porque tengo hambre.

TAGS RELACIONADOS