Fui a una peluquería para una afeitada. El peluquero quería que introdujera una pequeña bola de madera en la boca para conseguir un afeitado más apurado alrededor de mis mejillas.
- ¿Y qué pasa si me trago la pelotita?
- No hay problema, sólo tiene que traérmela de vuelta mañana como todos los demás.