El tenista francés ganó a por 6-3, 2-6 y 7-5 y acabó en cuartos de final con la ilusión del suizo por ganar en Montecarlo, un torneo que nunca ha conseguido desde que comenzó su carrera profesional.

Montecarlo es uno de los pocos campeonatos en los que Roger Federer no ha levantado el trofeo. Desde que ingresó en el circuito profesional, no ha dejado de intentarlo y, hasta en cuatro ocasiones lo ha rozado. Jugó y perdió las finales de 2006, 2007, 2008 y 2014 y poco a poco, conforme pasa el tiempo, las opciones para Roger Federer se van reduciendo.

En esta ocasión, tenía un cuadro más o menos favorable para acercarse hasta la final. En semifinales esperaba el ganador del partido entre el español Marcel Granollers y el francés Gael Monfils y tenía bastantes opciones de, por lo menos, jugar su quinto partido por el título.

Sin embargo, Tsonga se presentó como un obstáculo inesperado que acabó con la paciencia del suizo a lo largo de las dos horas y siete minutos que duró el encuentro. Roger Federer sólo pudo reaccionar en la segunda manga, cuando pasó por encima del francés con un contundente 2-6.

En la primera, Tsonga hizo lo mismo con su rival (6-3) y en el último y decisivo set aguantó la presión para ganar 7-5 con una rotura fundamental en el undécimo juego que abrió el camino de la derrota de Roger Federer, que seguirá un año más sin ganar en Montecarlo.

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