El último fin de semana fue la decimoquinta competencia denominada “Red Bull Crashed Ice”, realizada en la ciudad de San Pablo, Minnesota, Estados Unidos. En este lugar se llevó a cabo la competencia mundial de patines, en su modalidad de descenso en hielo, con los deportistas más extremos del mundo.

Este gran espectáculo la convocatoria pocas veces vista con más de 140 mil aficionados animando en todo momento, donde el canadiense Kyle Croxall se coronó campeón en la pista de hielo, de las más extremas del mundo, incluso derrotando a su hermano Scott.

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Su compatriota Dean Moriarty, conocido como uno de “los gemelos de la velocidad”, consiguió el segundo lugar y el podio lo completó el estadounidense Dan Witty, para la alegría de los aficionados locales.

En la categoría mujeres, Salla Kyhalla de Finlandia se ubicó en lo más alto del podio, seguido de la canadienses Jacqueline Legere y Tamara Kajah, en segunda y tercera posición, respectivamente.

En esta edición el austriaco Marco Dallago, el gran favorito y el actual Campeón del Mundo y ganador del año pasado en San Paulo, no logró llegar a etapas finales, dejando de ganar puntos en el Campeonato Mundial, por lo que tendrá que hacer el mayor esfuerzo para remontar posiciones en lo que resta del año.

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