En lo más alto. Serena Williams sigue cosechando éxitos y demostrando que es la indiscutible mejor raqueta femenina del momento. Esta vez se adjudicó el Roland Garros al vencer por dos sets a uno a una peligrosa rival, que había llegado a la final tras dejar fuera a la entonces vigente campeona Maria Sharapova, Garbiñe Muguruza y a la serbia Ana Ivanovic: Lucie Safarova.

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Es por ello que la número uno del mundo sudó para salir airosa sobre la checa Safarova con parciales de 6-3, 6-7(2) y 6-2 en 2 horas y 1 minuto, y alzarse con su tercer Roland Garros y su vigésimo título de Grand Slam, lo que le deja a dos del récord de la alemana Steffi Graf.

Pese a los problemas derivados de una gripe que ha venido alegando durante todo el torneo, la número uno del mundo ha encadenado su tercer grande consecutivo, y en Wimbledon puede completar los cuatro Grand Slams en dos años diferentes.

Serena Williams, que en 2013 sumó su segundo Roland Garros, 11 años después del primero, ya era entonces la más veterana vencedora del Grand Slam de tierra batida, una marca que ha superado ahora a sus 33 años. EFE

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