derrotó al francés por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-2, en un encuentro en el que el francés oyó abucheos del público, especialmente en los dos primeros sets, por lo que parecía ser una desgana del jugador en su enfrentamiento con el serbio.

El tenista galo logró reponerse en el tercer set, dando una batalla a su rival que fue recompensada con aplausos por el público, pero ya en el cuarto sets, en medio de muestras de cansancio, quedó derrotado por el número uno del ránking de la ATP.

Novak Djokovic dijo que había jugado en trece ocasiones con Gael Monfils, un jugador al que “le gusta el espectáculo”, algo que, señaló, “es parte de su táctica”.

Admitió que en algún momento Monfils llegó a “cabrearle” y otras veces se enfadó consigo mismo porque su rival estaba consiguiendo que perdiera la concentración.

“Es la forma en la que ha sido por muchos años”, insistió Novak Djokovic, quien, al igual que el público, reconoció que en los dos primeros sets el francés parecía tener una “carencia de esfuerzo”, aunque después “comenzó a jugar bien”.

“Al final fue un buen partido, y los espectadores lo disfrutaron”, agregó.

Novak Djokovic dijo que ganó el partido gracias al juego “muy sólido” que utilizó y dijo que, aunque perdió el tercer set, en el cuarto logró controlar “los nervios” y “ser paciente”, hasta que conquistó el pase para la final.

Respecto a sus posibles rivales en la final, que se disputará el domingo, y que saldrá del partido que se juega esta misma noche, destacó del suizo Stan Wawrinka su “fortaleza” en el juego y su buen servicio. “Puede ser muy peligroso”, añadió.

Y respecto al japonés Kei Nishikori dijo que ha demostrado “una tremenda forma por los últimos dos meses” y se ha convertido “en el mejor jugador de tenis en la historia de Asia”.

EFE