, uno de los mejores atletas del planeta entero tuvo una historia muy particular para poder llegar a donde está y es que el corredor superó una terrible adicción que casi lo margina de tener ese físico envidiable que lo llevó a ganar muchas medallas de oro para Jamaica.

Mucho se ha hablado del cuerpo y la fortaleza física que tiene Usain Bolt al igual que la dieta y los ejercicios que hace para mantenerlos; sin embargo, pocos saben la historia de la terrible adicción que esta leyenda viviente del atletismo pasó mientras estaba participando en los href=“https://es.wikipedia.org/wiki/Juegos_Ol%C3%ADmpicos_de_Pek%C3%ADn_2008” target=“blank”>Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

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Según se cuenta la historia, Bolt tenía demasiada hambre mientras estaba en esta ciudad pero la comida no era de su gusto, por lo que tuvo que buscar algún lugar para comer y no encontró mejor plaza que un centro de comida rápida que todos conocemos: Mc Donald’s.

Sí, al no tener que comer optó por irse a este centro de comida rápida para comenzar a ‘romper’ su dieta de manera totalmente increíble ya que conoció al que sería su ‘amor’ más costoso en lo saludable y deportivo: los nuggets de pollo.

Tal y como dice Bolt, él llegó a comer alrededor de 20 nuggets a la hora de almuerzo y otros 20 al momento de la cena durante diez días, llegando a tener alrededor de 400 dentro de su estómago. Algo que lo hizo un poco más lento a comparación de otras veces.

La respuesta de los doctores no se hizo esperar y es que esto no le hace nada bien a ninguna persona puesto que las calorías que contienen estos alimentos no son buenos para la salud por lo que Bolt dejó de comer estos luego de tres años y volvió a ser el ‘rayo’ que todos conocemos. Curioso, ¿no?

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