Tras la investigación que viene realizando la NFL a los New England Patriots debido a la acusación de entregar balones desinflados a los rivales para obtener ventajas, el auge de los destapes de trampas en el “Gran Juego” continúan, ahora Brad Johnson reveló que pagó una fuerte suma de dólares para dañar los balones que se utilizarían en el Super Bowl XXXVII y que su equipo, los Tampa Bay Buccanneers, ganaran por 48 -21 a los Oakland Raiders.

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Según declaraciones de Brad, se pagó unos siete mil 500 dólares a algunas personas que no identificó, para que se encargaran de poner los balones “a modo” para tener una mejor adherencia a su mano. Para el Super Bowl XXXVIII se utilizaron alrededor de 100 balones y todos fueron modificados según las instrucciones que dio el pasador de los ‘Bucs’ en aquel entonces.

“Le pagué a algunos muchachos para que me arreglaran los balones. Los 100 balones que había y ellos se hicieron cargo de eso”, comentó Johnson al diario Tampa Bay Times.