Río 2016: presencia de heces en aguas donde se disputarán pruebas enciende las alarmas

A tan solo días del inicio de los Juegos Olímpicos Río 2016, gran tensión ha causado un informe de The New York Times del último martes 26 de julio, que tras haber consultado con expertos en sanidad, indicaron que será muy complicado que las aguas en donde se disputarán algunas disciplinas deportivas estén en óptimas condiciones.

Pero eso no es lo peor. Y es que en caso los ríos y mares estén limpios para el inicio de las Olimpiadas, otro sería el problema: la contaminación y sus consecuencias.

Según el diario estadounidense, las bacterias no se irían tan rápido de las aguas brasileñas y podrían ocasionar problemas como diarreas y vómitos a quienes tengan pocas defensas. Las playas de Ipanema y Leblon son las que tienen un mayor alto porcentaje de polución.

“Los atletas extranjeros, literalmente, se nadando en basura humana, y corren el riesgo de enfermarse a causa de todos esos microorganismos”, declaró par el medio señalado, Daniel Becker, un médico brasileño al tanto del tema.

¿Qué dicen los organizadores?

Pese a las evidencias, en un comunicado emitido también el último martes, el Comité Organizador de los Juego Olímpicos señaló que “la salud y la seguridad de los atletas es siempre la mayor prioridad. No hay duda de que el agua de las zonas de competencia satisface todos los patrones relevantes (…) Río 2016 respeta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, cuyos lineamientos para ambientes acuáticos recreativos seguros recomiendan clasificar el agua a partir de un programa de control microbial de calidad del agua”.

Vale recordar que en el 2009, las autoridades brasileñas dispusieron gastar unos 4 mil millones de dólares para limpiar el 80% de aguas residuales, pero finalmente solo de unos unos 170 millones por un crisis económica, según indicaron posteriormente los organizadores.

No es el único problema

Por si fuera poco, la contaminación marina es apenas uno de los problemas que enfrenta Brasil a menos de una semana para el comienzo de las Olimpiadas. Hasta el momento las instalaciones no están como se esperaban: la falta de electricidad y otros servicios básicos abundan en la Villa Olímpica, por citar solo un ejemplo.