Tras la marcada división entre blancos y negros que existía en su país, Nelson Mandela trata de idear la forma de poner fin a esa problemática.

En el año 1992 viajó a Barcelona con motivo de los Juegos Olímpicos que se iban a llevar a cabo. Dicho certamen le hizo dar cuenta al entonces mandatario de Sudáfrica de la importancia del deporte en la sociedad y de cómo a través de este podría penetrar en toda la sociedad independientemente de su estrato social.

Nelson Mandela tomó como ejemplo Barcelona para así mentalizar a la selección de rugby de su país de hacer un buen papel en el Mundial que organizaban en 1995, el mismo que lograrían campeonar y con ello generar una alegría compartida entre los habitantes negros y blancos de su país.

TAGS RELACIONADOS