, de 21 años, arrebató a la colombiana Caterine Ibargüen la medalla de oro de triple salto con una marca de 14,91 metros, sólo dos centímetros más que la campeona olímpica. Todo esto en el .

Ibargüen, que aspiraba a ser la primera atleta en conquistar tres títulos mundiales consecutivos, se va de Londres, como en los Juegos de 2012, con la medalla de plata.

La final femenina de triple ofrecía uno de los duelos más apasionantes de los campeonatos. Por un lado Caterine Ibargüen, de 33 años, campeona olímpica y mundial y por otro la estrella emergente, Yulimar Rojas.

Rojas aportaba a la contienda descaro juvenil y la seguridad que le daban sus cinco saltos sobre 14,60 metros este año, incluido el de 14,96 del 2 de junio en Andújar (España) que le sitúa número uno del ránking mundial.

La venezolana adelantó a la campeona con su segundo vuelo, de 14,82, pese a batir a 18 centímetros de la tabla.

Más tarde Rypakova terció en la contienda con 14,77 que le dieron el segundo puesto en el tercer turno, pero la campeona reaccionó con 14,89 para retomar la cabeza.

El liderato cambiaba de manos con rapidez, hasta que Yulimar ejecutó, en la quinta ronda, su salto ganador de 14,91.

EFE