El escocés Andy Murray, número 9 del ATP, sufrió en el segundo set para vencer al ruso Teymuraz Gabashvili, por 6-1 y 7-5 en una hora y 24 minutos en su debut en el Masters 1000 de Shanghai.

“Estaba golpeando la pelota de manera bastante limpia”, señaló Murray sobre el primer set. Sin embargo, el británico sufrió un “mal comienzo” en el segundo, y Gabashvili se creció para regresar al partido.

“Aquí están los mejores jugadores del mundo, y él es un gran golpeador de la bola”, dijo Murray sobre su rival. “Cuando toma algo de confianza y toma cierto ritmo, golpea la pelota de manera extremadamente dura”.

“Me estaba apoyando un poco en el pie de atrás, así que tuve que ajustar ligeramente mi táctica entre la mitad y el final del set, y conseguí remontarlo”, resumió Murray, que se enfrentará en octavos con el polaco Jerzy Janowicz.

El escocés comentó también el “ajuste” que supone igualmente para él jugar ahora en Shanghái después de hacerlo la semana pasada en el Abierto de China en Pekín, ya que aunque la distancia de viaje no es muy grande (1.320 kilómetros entre ambas ciudades chinas), las condiciones de la pista de Shanghái con respecto a las del Centro Nacional de Tenis de Pekín son “muy diferentes”.

La moderna pista central del Estadio del Bosque Qizhong de Shanghái, cuyas instalaciones se inauguraron en 2005, tiene una superficie dura y rápida. Además, los jugadores se han encontrado con bolas “muy diferentes esta semana”, por lo que “lleva cierto tiempo acostumbrarse a eso”, admitió el británico.

“Aquí todo es más rápido, y la pelota atraviesa el aire también un poquito más rápido”, explicó Murray.

El británico comentó además la importancia que le da a su tiempo en el gimnasio para mantener la forma en esta época del año, cuando todos los jugadores suelen estar especialmente cansados después de los cuatro Grand Slam de la temporada.

“Sí, jugar un partido largo en un Slam es extremadamente exigente”, comentó, “y el cómo continúas el día siguiente es duro”, por lo que jugar tres torneos seguidos, como ha hecho este año en China, contando con Shenzhen, el Abierto de Pekín y el Másters 1000 de Shanghái, es todo un reto.

“Diría que en esas tres semanas, mentalmente, puede ser un desafío el concentrarse un partido tras otro y tras otro”, dijo.

“La semana pasada, cuando jugué contra Novak, fue mi octavo partido en diez días”, puso por ejemplo.

“Cada día cuando te levantas tienes que estar metido en ello y estar preparado, así que diría que es un desafío en ese sentido: en los mejores partidos, es una hora y media y te puedes recuperar bien, pero mentalmente, es un reto”, concluyó.

EFE