El alero Kevin Durant tuvo que esperar cinco años para volver a las Finals y lo hizo por la puerta grande como nuevo líder encestador de los a los que guió al triunfo fácil de 113-91 frente a los en el primer partido de la serie que disputan al mejor de siete.

Durant aportó 38 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias que lo dejaron al frente del ataque ganador de los Warriors, que estuvieron siempre en control del juego y del marcador al superar en todo momento a una pobre defensa de los Cavaliers, que tampoco tuvieron buen control del balón.

La estrella de los Warriors se une a Rick Barry, Michael Jordan y Shaquille O’Neal como los cuatro jugadores en la historia de la NBA que han conseguido promedios de 25 o más puntos en los seis primeros partidos de las Finales que disputaron.

Durant jugó cinco con los Thunder de Oklahoma City en las Finales del 2012 cuando las perdieron por 1-4 al mejor de siete frente a los Heat de Miami, que entonces tenían de estrella al alero LeBron James, que ganó su primer título de campeón de la NBA.

El triunfo de esta noche permite a los Warriors seguir invictos en los playoffs con marca de 13-0, algo que nadie hasta ahora había conseguido en la competición de la fase final.

Mientras que Durant, que tomó la decisión de dejar a los Thunder por los Warriors cuando el pasado verano se convirtió en agente libre, confirmó que desea más que nadie conseguir su primer título de campeón de la NBA.

“Como equipo fuimos poco a poco a más y ahí estuvo la clave de la victoria, en la gran labor que todos hicimos en el campo”, declaró Durant al concluir el partido. “La manera como trabajaron Klay Thompson y Draymond Green en defensa fue decisiva”.

Junto a Durant, que ganó también el duelo individual a la estrella de los Cavaliers, el alero LeBron James (28 puntos, 15 rebotes y 8 asistencias), el base Stephen Curry llegó a los 28 tantos, repartió 10 asistencias y capturó seis rebotes, como segundo máximo encestador de los Warriors.

Curry también fue centro de atención por el nuevo modelo de zapatilla deportiva que estreno durante el partido, la cuarta versión de la marca que promociona.

El nuevo modelo lo hizo sentir igual de confortable en el campo y siempre superó a su marcador, el base Kyrie Irving, que tampoco pudo ser factor ganador de los Cavaliers.

Ambos fueron una máquina de anotar puntos, y los dos únicos de los Warriors que tuvieron números de dos dígitos, mientras que Green logró nueve tantos, 11 rebotes, incluidos 10 defensivos, repartió dos asistencias, recuperó dos balones, perdió dos y puso un tapón.

Pero Thompson confirmó que ha perdido su mejor toque de muñeca al quedarse con solo seis tantos al anotar sólo 3 de 16 tiros de campo, incluidos los cinco triples que falló.

A diferencia de lo que sucedió en las Finales del año pasado cuando los Warriors con ventaja de 3-1 perdieron al final el título, la desaparición ofensiva de Thompson no afectó para nada al ofensiva ganadora de los Warriors con la brillante actuación de Durant.

Como equipo los Warriors tuvieron un 43 (45-106) por ciento de acierto en los tiros de campo y el 36 (12-33) de triples, comparados al 35 (30-86) y 36 (11-31), respectivamente, de los Cavaliers, que ganaron el duelo bajo los aros al capturar 59 rebotes por 50 de Golden State.

Pero la clave del partido estuvo en la defensa de los Warriors que perdieron sólo cuatro balones por 20 de los Cavaliers, incluidos ocho que tuvo James.

“Es algo que tengo que corregir”, declaró James al concluir el partido. “No podemos ganar a un rival como los Warriors con 20 perdidas de balón”.

James, que brilló en su juego individual, rechazó que el problema racista de las pintadas que aparecieron hace varios días en su mansión de Los Angeles le hubiese afectado en el campo.

“Para nada, he jugado un buen partido, el problema es que no hicimos bien las cosas en defensa y ahí se nos complicó el poder competir con un rival que te destroza siempre con su ataque”, comentó James. “Esperemos que la historia del segundo partido sea diferente.

El segundo partido se jugará el domingo en el mismo escenario del Oracle Arena de Oakland, la pista de los Warriors, que tienen ventaja de campo.

Irving acabó como segundo máximo encestador de los Cavaliers al aportar 24 puntos, mientras que el ala-pívot Kevin Love tuvo protagonismo en el juego interior con doble-doble de 15 tantos, 21 rebotes —16 defensivos—, y puso tres tapones.

Ambos equipos se enfrentan por tercera vez consecutiva en las Finales con reparto de títulos en los dos primeros duelos. EFE

Cavaliers vs Warriors | La previa

La historia se repitió, después de seis meses de competición de la temporada regular y tres series de playoffs, los Warriors de Golden State, con una nueva estrella en sus filas, el alero Kevin Durant, y los Cavaliers de Cleveland, con la super estrella LeBron James, volverán a definir el título de campeones de la NBA por tercera temporada consecutiva.

Durant es la gran novedad, algo que al jugador de los Warriors no le provoca ningún tipo de extrañeza el estar por segunda vez en la lucha por el título, que sería el primero como profesional.

Esta vez, Durant va a permitir formar una trilogía con el base Stephen Curry y el ala-pívot Draymond Green que les permita vengarse de la derrota sufrida la pasada temporada ante los Cavaliers de James cuando con 3-1 a su favor colapsaron en los momentos claves.

Mientras que James ya ha advertido que su única meta y por la que compite cada temporada es lograr el título de campeón, que sería el cuarto y lo acercaría al sueño de llegar a los seis que alcanzó el legendario Michael Jordan con los Bulls de Chicago.

Durant, que dejó a los Thunder de Oklahoma City por tener la oportunidad de conseguir el título de campeón que tanto desea, es consciente que será la labor de equipo de los Warriors la que les permita luchar por el anillo.

“No puedo salir a la cancha y hacer todo por mí mismo. Tampoco puedo dejar que mis compañeros hagan todo por mí”, comentó Durant en rueda de prensa previa al duelo de mañana, jueves. “Tengo que hacer mi parte y cada uno jugar como equipo”.

El nuevo duelo se anticipaba desde junio del 2016, cuando James se marchó de Oakland tras dar a Cleveland su primer título deportivo relevante desde 1964, pero lo que no estaba previsto era que los Warriors tuviesen a Durant en sus filas.

James es consciente que el título conseguido el año pasado es el de mayor significación simbólica entre los tres que tiene en su poder, incluidos los dos primeros que logró con los Heat de Miami.

“Ahora ya no estoy en una situación en que busque demostrar que la gente estaba equivocada o en que quiera silenciar a los críticos”, explicó James. “Me gradué de eso cuando llegué a los 30 años. Al final del día, sé de qué estoy hecho. Mi única motivación es competir por un campeonato cada año”.

Los Warriors, que no habían sido campeones de la NBA en 40 años, lograron el título en 2015, pero un año después desperdiciaron una ventaja de 3-1 en la serie y se fueron con las manos vacías, tras una temporada regular en la que impusieron un récord con 73 triunfos, algo que ningún equipo había logrado.

Aquella final dio un vuelco cuando Green fue suspendido durante el quinto partido. A partir de ese momento, James y Kyrie Irving montaron su espectáculo e hicieron la diferencia.

“Siempre que un equipo te gana, te encantaría enfrentarlo de nuevo”, admitió Green. “Pero al final, ganar un campeonato es lo importante. No importa a quién tienes que vencer, sólo derrotarlo”.

Durant y James se enfrentaron ya en una final, pero con diferentes uniformes. James obtuvo su primer título en 2012, con Miami, superando en cinco juegos a Durant y los Thunder.

Entonces, James ya adelantó que Durant era joven e iba a tener la oportunidad de lograr un título de campeón, premonición que ahora podría estar cerca de cumplirse y ser él mismo testigo.

La labor individual de Durant en el primer duelo de las Finales de la NBA ante James fue mejor que el de la estrella de los Cavaliers, entonces con los Heat, al aportar promedio de 30,6 puntos por partido y un 55 por ciento de acierto en los tiros de campo.

Pero la labor de equipo fue mejor la de los Heat y por eso al final el gran triunfo se lo llevó James.

“Sé que he crecido como jugador gracias a la experiencia de los últimos cinco años, pero si no salgo y ejecuto las jugadas, nada de eso importará”, indicó Durant. “De ahí la importancia de tener un equipo que siempre te va a apoyar”.

El primer viaje de James a la final fue hace 10 años, cuando los Spurs de San Antonio barrieron a los Cavaliers. Entonces, su entrenador era Mike Brown, que ahora está como interino de los Warriors dado que Steve Kerr no puede ir al banquillo, por complicaciones tras una operación de espalda.

Brown fue entrenador de Cleveland en dos ocasiones. Guio al equipo hasta los playoffs cinco veces seguidas, de 2006 a 2010, antes de volver sólo por un año, en 2013-14, cuando los Cavaliers ganaron 33 partidos.

“Es algo surrealista”, valoró Brown. “Estoy seguro de que mañana, cuando comience el partido y vea a los jugadores con el uniforme, podré digerir más todo esto”.

De acuerdo con las casas de apuestas en Las Vegas y con distintos sitios de análisis, los Warriors son claros favoritos, tras arrasar en los playoffs con un margen de victoria que promedió los 16,3 puntos e invictos de 12-0, algo que nadie había logrado hasta ahora.

Sin embargo, Kerr, que acompaña al equipo en toda la actividad diaria, aunque no se sentará en el banquillo, no permite que dentro de la plantilla se instale ese tipo de optimismo.

“Hemos tenido una gran temporada hasta este momento, y unos buenos playoffs. Ojalá que sigamos así, pero respetamos al máximo al rival que enfrentaremos. Es el campeón y nosotros no lo somos”, recordó Kerr, que vivió en primera persona el hundimiento sufrido por los Warriors y no desea que se repita la misma historia