Larry Dixon, piloto estadounidense de la National Hot Rod Association, una competición automovilística estadounidense, ha vuelto a nacer este fin de semana. Dixon sufrió un grave accidente del que pudo salir casi ileso.

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Dixon, de 48 años, circulaba con su monoplaza a 450 km/h en el circuito de Gainesville, Florida, cuando el vehículo perdió el control y salió disparado varios metros hacia arriba, dando vueltas sobre sí mismo. El coche se había partido en dos y chocó contra una valla de protección.

Cuando llegaron los responsables del circuito comprobaron que estaba sano y salvo y de hecho, salió por su propio pie, sólo con sendos golpes en rodilla y espalda. “Sólo tienes que esperar a que ‘aterrice’ el coche”, dijo después.

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La gran velocidad y la pérdida de control hicieron que el carro se desprenda en la parte delantera. Eso generó que se despegara del piso y cayera estrepitosamente. Inmediatamente después del accidente, Dixon fue trasladado a un hospital, pero se encuentra estable y con buen ánimo.

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