En su lista de ofendidos figuran los irlandeses, las mujeres con problemas de peso, las asociaciones que luchan contra el alcoholismo, los judíos, y hasta el propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

En 2010, la cadena hizo saltar todas las alarmas al vender una camiseta en la que solo ponía y en letras grandes ‘Eat less’, es decir, “come menos”.

A los irlandeses, las ofensas les llegaron en camisetas, gorras y tazas, y con mensajes que abundan en el tópico de la bebida: “Bésame, estoy borracho, soy irlandés, o lo que sea” (‘Kiss me I’m drunk, or Irish, or whatever’).

En 2012, la tienda sublevó a una de las comunidades más poderosas de EEUU, la judía. El enfado vino porque se interpretó que una camiseta llevaba bordada una estrella similar a la insignia con la que los judíos fueron marcados durante el Holocausto.

En el haber de la cadena hipster también está un error de categoría presidencial: Durante unos días en su página web uno de los colores en los que se podía encargar una camiseta básica era el “negro Obama”.

Fuente: Infobae.com