El teniente inglés John Randall es reconocido por ser el “hombre que tropezó con el infierno nazi” y pudo contar lo visto a través de sus fotografías privadas.

Esas imágenes nunca habían sido reveladas, pero un libro de memorias que se acaba de publicar retrata cómo era la vida y el rescate de los prisioneros del campo de concentración Bergen Belsen, en Noruega.

Según cuenta Dailymail, cuando el teniente John Randall vio por primera vez las puertas de hierro, que él creía que eran la entrada a una gran casa de campo, quedó atónito al ver miles de cadáveres apilados. Algunos estaban mutilados, otros mostraban signos de tortura y desnutrición.

A pesar del difícil cuadro, el teniente prosiguió su camino y tuvo que detenerse al escuchar los pedidos de auxilio de parte de los prisioneros que aún estaban vivos.

Esta intervención a uno de los campos de concentración más importantes del ejército nazi, se realizó en abril de 1945 al mando del ejército británico.

Bergen-Belsen fue construido en 1936 para albergar a unos tres mil trabajadores.

Sus primeros ocupantes fueron soldados franceses y belgas. En 1941 fue ampliado considerablemente para retener a prisioneros de guerra de la Unión Soviética (URSS). En el año 1943 fue convertido en campo de concentración nazi para recluir judíos.

El 15 de abril de 1945, fue liberado por parte de tropas británicas de la 11 división blindada.

Las terribles imágenes que logró capturar el teniente John Randall muestran el horror que vivieron miles de personas.