Ella lo recuerda como un hombre que se sentía muy inseguro por haber sido adoptado. Estaba desesperado por buscar estabilidad y plenitud a través de todo tipo de terapias y sistemas de creencias.

Clara Jobs, su madre adoptiva, admitió que “temía amarlo”, que de niño era sumamente conflictivo y que ella y su marido, Paul, llegaron a arrepentirse de haberlo adoptado.

En su búsqueda de una identidad, Jobs probó todo tipo de drogas, desde marihuana hasta LSD. Otra de sus excentricidades era a asegurar que en otra vida había sido piloto de la Segunda Guerra Mundial. Decía convencido que moriría a los 42 años.

Pero a pesar de todo, Brennan reconoce haberlo amado profundamente por su belleza, su genialidad y su “sublime forma de hacer el amor”. Steve Jobs murió de cáncer el 4 de octubre de 2011.

Fuente: Infobae.com