El amor a la ciencia y la verdad pareció ser el lema de estos investigadores, quienes en aras de contrastar la veracidad e importancia de sus teorías se convirtieron en sus propios conejillos de indias.

Al igual que los antiguos filósofos de Grecia que practicaron en ellos mismos sus propias teorías, existen muchos otros investigadores y científicos que se sometieron a sus propios inventos.

Recientemente conocemos el caso de los voluntarios que prueban la vacuna contra el ébola, el virus mortal que ha provocado alarma mundial. O el caso del documentalista Paul Rosolie, quien se puso un traje especial para tratar de ser engullido por una anaconda gigante y así poder grabar desde su interior cómo funciona su proceso de digestión.

Desafortunadamente para él, la serpiente se negó a devorárselo y tras varios minutos de forcejeo, el proyecto fracasó.

A continuación te presentamos una galería de científicos que probaron que sus mentes no temen sufrir las pruebas más duras con tal de demostrar lo que profesan.