Luego del suicidio de , el 30 de abril, diversos cuerpos de la Wehrmacht (ejercito alemán) se fueron rindiendo a los aliados y miembros del Ejército de la Unión Soviética.

El 1 de mayo se rindieron las tropas que luchaban en Italia; el 2 de mayo, a la madrugada, lo hicieron las fuerzas que estaban en Berlín; el 3 de mayo fue el turno de las guarniciones alemanas en los puertos de Hamburgo y Bremen; y el 4 de mayo el mariscal británico Montgomery aceptó la rendición militar de todas las fuerzas alemanas, incluso las que aún resistían en el norte y oeste de Holanda, el extremo noroeste de Alemania, y las situadas en Dinamarca.

El 5 de mayo, el almirante Karl Dönitz, quien había sido nombrado por Adolf Hitler como el nuevo Reichspräsident (Presidente de Alemania) ordenó a todos los submarinos de la Kriegsmarine (marina de guerra) cesar las operaciones ofensivas y regresar a sus bases; a la vez ese mismo día las fuerzas alemanas de Noruega se rendían en todo el país ante los británicos, la resistencia local y el Ejército soviético, mientras que el 6 de mayo, hacía lo mismo la guarnición alemana de Breslau.

El 8 de mayo de 1945 a las 23:01 horas culminaron los combates en los territorios que todavía dominaba la Alemania nazi. Para certificar su triunfo, los aliados hicieron firmar a los nazis una capitulación de rendición al jefe del Estado Mayor del Alto Mando de las fuerzas armadas alemanas, el general Alfred Jodl.

Sin embargo, los soviéticos exigieron que dicho documento fuera ratificado en el cuartel general del Ejército Rojo, en Berlín, por el general Wilhelm Keitel, el jefe mayor alemán. Esto ocurrió el 9 de mayo.

Después de la firma, hubo un desfile militar en Moscú para celebrar la victoria soviética, marcha que se repite todos los años para recordar la derrota de Adolf Hitler.