Baartman pertenecía a una tribu del sur de Sudáfrica y su cuerpo llamó la atención de los británicos que estaban en esa parte del continente.

Tras la muerte de su familia, el médico Alexander Dunlop la hizo de su propiedad y la llevó consigo para participar de shows. La explotación de esclavos de las colonias estaba aún activa en Gran Bretaña de principios de siglo XIX.

La exhibición que tuvo lugar en Saint James, el corazón de la capital inglesa, se llamó “La Venus Hotentote”, haciendo referencia a la tribu a la que pertenecía y a la diosa romana emparentada con el amor, la belleza y la fertilidad.

“La Venus Hotentote ha llegado… de los bancos del Río Gamtoos, en los límites de Kaffraria, en el interior de Sudáfrica, el más correcto y perfecto especimen de esa raza de personas”, señalaban las promociones de la época la exposición de Baartman.

La indumentaria con que la mujer era mostrada al público acentuaba sus curvas de una manera exagerada, tal como el Photoshop hizo con Kim Kardashian en las fotos de la revista Paper Mag. Corría el año 1810 cuando fue embarcada rumbo a Londres.

En un principio sus pezones eran censurados por cáscara de huevo, lo que daba una imagen más tribal a su vestimenta. También la exhibían con una pipa en su boca. Parte del show. Baartman era mostrada como la antítesis de la mujer europea.

Con el tiempo, las ironías de la vida le dieron otro significado a la vida de Baartman. A los años de su estadía en Londres se convirtió en un ícono de la lucha anti-esclavitud en el Reino Unido. La campaña, sin embargo, no impidió que fuera nuevamente vendida a un francés en 1814. Un año más tarde moriría.

Nelson Mandela intercedió por su cuerpo, que fue devuelto a Sudáfrica recién en 2002. Thabo Mbeki, expresidente del país que fue colonia británica y que sufrió el apartheid durante años, también habló sobre este símbolo nacional: “La historia de Sarah Baartman es la historia de todos los africanos de nuestro país en todos sus escalones”.

Sus restos, tal como hubiera querido ella y como promovió Nelson Mandela, descansan en un pequeño lugar al costado del río Gamtoos, donde la pesadilla de su familia y la suya propia comenzó hace más de 200 años.

Fuente: Infobae.com