Todo esto comenzó cuando el médico de la familia Hitler, el doctor Eduard Bloch, le consultara a Freud qué hacer con el pequeño Adolf, quien sufría de frecuentes pesadillas caracterizadas por caídas hacia abismos profundos y negros como la noche y persecuciones en las que era capturado y azotado hasta desear la muerte; esto era acompañado de conductas inapropiadas.

Sin embargo, Alois, el padre de Adolf, rechazó el consejo de Freud. Según Marks, lo decidió así para evitar cualquier examen médico que evidenciara el maltrato psicológico y físico que sufría su hijo Adolf.

En su investigación Marks relata: “Le gustaba humillar a su hijo. En una muestra de rebelión, Adolf, entonces de seis años, trató de escapar de su casa durante la noche, saltando por una ventana. Se desvistió para salir con menos ruido, pero quedó enganchado. Su padre lo oyó y lo trajo al resto de la familia para que se rieran de él. Adolf lloró durante tres días”, según informó Psyciencia.com

Luego de publicados estos descubrimientos, Marks y un grupo de escritores realizaron una obra de teatro llamada: “Dr Freud Will See you Now, Mr Hitler” (El Dr. Freud lo verá ahora, Sr. Hitler); en la que exploran qué podría haber pasado si Klara, la mamá de Adolf, hubiera tomado el tren a Viena.