-Exploraciones: En los primeros viajes europeos no era extraño que los barcos llevaran barriles de cerveza. El agua estaba sucia luego de un tiempo bajo la cubierta, y los marineros solían tomar solo cerveza. En ocasiones no se tocaba un puerto en mucho tiempo, y no se conseguían provisiones, así que eran muchos los barriles cargados.

-Dióxido de carbono: Joseph Priestley se dio cuenta de que el gas que salía de las mezclas fermentadas en una cervecería era más pesado que el aire, descubriendo el dióxido de carbono. Aprendió a crearlo sin alcohol, generando bebidas carbonatadas que hoy son muy populares. Esto llevó a descubrir otros gases desconocidos hasta el momento.

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-La escala del pH: Los trabajadores de Carlsberg no tenían cómo medir la acidez del producto, y lo describían de forma poco precisa. Con esta escala pudieron monitorear la fermentación y permitir que otros obtuvieran los mismos resultados. La escala del pH mide la acidez o alcalinidad de una solución.

-Pasteurización: Aunque hoy todo el mundo relaciona la pasteurización con la leche, Louis Pasteur en realidad quería mejorar la cerveza. Las cervecerías estaban preocupadas porque su cerveza se arruinaba, y lo contrataron para descubrir el motivo. Pasteur se dio cuenta que eran las bacterias, y que podía solucionarse calentando y enfriando el producto.

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-Refrigeración: La creación de la cerveza es un proceso exotérmico, y al generar calor puede arruinar la levadura y por tanto la cerveza. Es por eso que este trabajo se hacía más que nada en los meses fríos del año. Antes la cerveza se mantenía fría con bloques de hielo, hasta que Carl von Linde usó la refrigeración en la Cervecería Spaten de Munich. A finales del siglo XIX la refrigeración era común en las cervecerías, que comenzaron a instalarse lejos de los lugares con hielo.

Fuente: Ojo Curioso