Desde el desierto de Mojave hasta el fondo del mar, ha logrado capturar retratos de formas de vida que, por más pequeñas e insignificantes, o grandes y majestuosas que parezcan, nunca creerías que han estado ahí desde antes que se inaugurara nuestra era, como la conocemos.

Estos organismos han logrado sobrevivir eones de cambio planetario. Y si algo merecen es admiración. En la galería puedes una selección de estos seres vivos.

Quizá uno de los más impresionantes sea La Llareta, que pareciera ser musgo sobre piedras, pero que en realidad es un arbusto que crece de manera tan compacta que te puedes parar encima de él. Sus hojas son una variación del perejil que crece en el desierto de Atacama, Chile.

Una planta de 80 mil años de una antigua colonia de álamos en Utah y un arbusto autopropagante de 43.600 años en Tasmania son sólo dos de las muchas plantas, hongos e invertebrados catalogados por su lente.

Reunidas en un libro acertadamente titulado “Las cosas vivas más antiguas en el mundo”, la colección de organismos ancestrales sirve como una impresionante historia visual de los habitantes más extremos de la Tierra.