1. El pozo superprofundo de Kola: Se encuentra en la zona del círculo polar ártico, en la parte más noroccidental de Rusia, y es el más profundo excavado en la Tierra. Los soviéticos iniciaron la perforación en 1970 y en 1989 alcanzaron los 12.262 metros.

El propósito era perforar completamente la corteza y llegar a la capa superior del manto terrestre, pero no tenían ni idea de que lo que podría ocurrir. Sin embargo, los temores de terremotos a gran escala o la aparición de los demonios del infierno resultaron infundados.

Los trabajos en el proyecto fueron suspendidos debido a que en la profundidad alcanzada la temperatura llegaba a los 177 grados, por lo que fluía continuamente una masa de fango e hidrógeno que impedía a los científicos aumentar la profundidad.

2. Ensayo nuclear Trinidad: Formaba parte del programa estadounidense Proyecto Manhattan para desarrollar armas nucleares. Esta prueba se llevó a cabo el 16 de julio de 1945 y fue la primera explosión en el mundo de un dispositivo atómico.

El desarrollo inicial de las armas de nueva generación fue suspendido temporalmente por los temores del científico Edward Teller, que participó en el proyecto.

Teller suponía que la detonación de una bomba hecha de plutonio podría provocar una reacción química con la implicación de nitrógeno, que en teoría podría dar lugar a la inflamación incontrolada de la atmósfera de la Tierra.

Sin embargo, los cálculos mostraron que este resultado era muy poco probable, por lo que el trabajo continuó. La denotación de Trinidad fue equivalente a la explosión de 20 kilotones de TNT, dando lugar al comienzo de la era de atómica.

3. Gran Colisionador de Hadrones: Los científicos anunciaron oficialmente su creación el 10 de septiembre de 2008; algunos llegaron a creer que este dispositivo daría lugar a la destrucción del mundo.

El proyecto de un acelerador de partículas, cuyo costo asciende a 6.000 millones de dólares, surgió para acelerar haces de protones por un túnel de 27 kilómetros de largo con su posterior colisión, que lleva a la formación de agujeros negros microscópicos, que, como se cree, aparecieron inmediatamente después del Big Bang.

Algunos creían que los agujeros negros formados como resultado del experimento seguirán creciendo hasta tragarse la Tierra. Sin embargo, los científicos descartan estos rumores. Como ya se ha calculado, cada agujero negro tiene un límite, después del cual se evapora. Este fenómeno se conoce como ‘radiación de Hawking’.

4. Prueba nuclear Starfish Prime: La magnetosfera de la Tierra es una importante capa protectora que contiene partículas cargadas que protegen el medio ambiente de la Tierra de los efectos dañinos del viento solar. ¿Y qué pasaría si una gran bomba nuclear explota en la magnetosfera?

Es lo que EE.UU. quiso averiguar en 1962. Además, el objetivo del experimento era encontrar una manera para poder interceptar ojivas nucleares soviéticas en la órbita espacial. Por lo tanto, llevaron a cabo la explosión de una ojiva termonuclear a una altitud de 400 kilómetros sobre de la isla de Johnston en el Océano Pacífico.

La explosión con capacidad de 1,4 megatones fue visible a una distancia de 1.450 kilómetros en las islas de Hawái, donde el pulso electromagnético afectó las líneas de electricidad y el servicio telefónico.

Además, en la parte inferior de la órbita de la Tierra se formó un cinturón de radiación artificial, que se mantuvo durante cinco años y afectó a más de un tercio de todos los satélites.

5. Proyecto SETI: Este proyecto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre incluye una serie de medidas para detectar y tratar de establecer comunicación con representantes de civilizaciones extraterrestres.

Ya en 1896 Nikola Tesla sugirió que la radio puede ser utilizada para establecer contacto con extraterrestres. En 1899 le pareció que incluso se estaban recibiendo señales desde Marte. En 1924 el Gobierno de Estados Unidos anunció el Día Nacional de la Radio para que durante el periodo del 21 hasta 23 de agosto los científicos pudieran buscar frecuencias de radio emitidas desde Marte.

Los métodos actuales del proyecto SETI incluyen telescopios terrestres y orbitales, así como grandes conjuntos de radiotelescopios y la computación distribuida. Sin embargo, algunos observan con preocupación estos intentos de acercarse a civilizaciones extraterrestres, porque consideran que podrían atraer atención indeseada a nuestro planeta.