El 15 de mayo de 1886, la empresa Peruvian Electric Construction and Supply Company inauguró el alumbrado público eléctrico en la ciudad de Lima, solo cuatro años después de su inauguración en Nueva York.

La corriente era generada desde una planta a vapor, ubicada frente al Parque Neptuno (en la primera cuadra del actual Paseo de la República). El único motor, de 500 caballos de fuerza, era movido gracias a una sola caldera a carbón.

Apenas una red de cables suspendidos en postes de madera llevaba la corriente hacia la Plaza de Armas, algunos jirones adyacentes y a muy pocas conexiones domiciliarias.

Es en este contexto que a las 18:45 horas del miércoles 17 de noviembre de 1886 se registró, lo que sería el primer apagón en la ciudad.

Los datos históricos indican que cuando la noche empezaba a nacer, una persona trepó a los techos del Palacio de Gobierno, tomó uno de los cables de corriente, tendidos meses antes para las novedosas luces eléctricas que se instalaron en este edificio, y realizó una conexión clandestina con una tubería de gas.

En pocos minutos, esa peligrosa instalación provocó el corte de electricidad en el Palacio, la Plaza y los Portales.

El apagón terminó a las 21:15 horas de ese día, cuando se logró superar el percance y cambiar los focos dañados. Se elevó incluso un parte policial para salvar de las responsabilidades a los concesionarios y no se sabe a ciencia cierta si el autor del incidente fue descubierto.