Japón conmemoró este martes a las 105,400 personas que murieron en una sola noche hace 70 años cuando bombarderos estadounidenses B-29 destruyeron gran parte de Tokio en el ataque con bombas convencionales más mortífero de la historia.

El ataque del 10 de marzo de 1945 a Tokio, mató más gente que la bomba atómica lanzada el 9 de agosto en la ciudad de Nagasaki y la cifra de muertos iguala la del ataque atómico del 6 de agosto a Hiroshima.

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Los B-29 de Estados Unidos sobrevolaron Tokio en la mitad de la noche, arrojando cargas masivas de bombas de fragmentación equipadas por un invento reciente: napalm.

Una quinta parte de la capital japonesa quedó convertida en pilas de escombros humeantes y cadáveres incinerados. Mientras los ataques anteriores se habían concentrado en fábricas de aviones e instalaciones militares, las bombas incendiarias se lanzaron en gran medida contra civiles, en lugares como un sector céntrico de la capital donde los moradores vivían en casas tradicionales de madera y papel.

Con este bombardeó se dio la rendición total de Japón y marcó el inicio del fin de la Segunda Guerra Mundial .

Fuente: 24minutos.com