Cuando vemos dos imágenes parecidas nos cuesta reconocer cuáles son las diferencias entre ambas. ¿Sabías que esto se debe a que hay una continuidad de campo que hace que el cerebro confunda visualmente objetos similares vistos en un periodo de tiempo de 15 segundos?

Esto mismo pasa cuando ves un película, un ejemplo son las de Harry Potter en las que hay pequeños fallos, como cambios de peinados de una escena a otra u otros detalles de eso tipo.

Pero a diferencia de lo que sucede en las películas, en la realidad los objetos no cambian espontáneamente, por eso el cerebro asume que la apariencia de los objetos de nuestro entorno es igual a la que vimos hace un momento.

“La continuidad de campo suaviza lo que de otro modo sería una percepción agitada de las características de los objetos a lo largo del tiempo”, explicó David Whitney, profesor asociado en la Universidad de Berkeley y autor de un estudio al respecto.

“Esto es sorprendente, porque significa que la exactitud visual se sacrifica por el bien de una percepción continua y estable de los objetos”, agregó.