La denuncia de espionaje que involucra a tres marinos peruanos que habrían vendido información a y que son , pues otros casos ya se han registrado con anterioridad.

Unos casos han sido más mediáticos que otros, pero en general estos conforman una afrenta al país que antiguamente se castigaba con fusilamiento, tal como ocurrió con el suboficial FAP Julio Vargas Garayar, quien laboraba en la embajada de Chile en Lima e hizo fotos de la base aérea La Joya en Arequipa. Fue sentenciado a muerte y ejecutado el 20 de enero de 1979.

Quizá no se vincule al exasesor Vladimiro Montesinos con el espionaje debido a la larga fila de crímenes por los que sí fue condenado, pero en 1983 la justicia militar solicitó su detención por considerarlo traidor a la patria: entregó información clasificada a Ecuador cuando estuvo en el Ejército. Montesinos se libró de la justicia, años después se hizo asesor y lo demás es historia conocida.

Uno de los casos que más indignación generó en la población fue lo ocurrido suboficial de la FAP Víctor Ariza, quien entregó a operadores chilenos documentación estratégica de la fuerza aérea de nuestro país.

El caso más reciente

El suboficial de la Marina de Guerra del Perú Alfredo Domínguez Raffo fue condenado a 35 años de prisión por el delito de traición a la patria, al venderle información confidencial a Santiago.

Entre la información que habría entregado se consignan informes sobre el sistema de comunicaciones de los submarinos tipo U209-1200 de la Armada peruana o un estudio titulado “Bolivia, expectativas por el fallo de la CIJ (Corte Internacional de Justicia de La Haya) y sus implicancias para las relaciones con Perú y Chile”.

Informe sobre el espía Alfredo Domínguez Raffo