Muchachas inocentes de tan sólo 10 años de edad fueron convertidas en combatientes salvajes y enviadas a “ahogar a los enemigos de Adolf Hitler en su propia sangre, durante la Segunda Guerra Mundial en Europa.
La educación de las miembros del Bund Deutscher Madel de Hitler (BDM), también conocida como la Liga de las Niñas Alemanas, se basaba generalmente en el ejercicio físico, cocinar, lavar, limpiar y cuidar a los bebés.
Sin embargo, con el estallido de la guerra, se exigió más de las niñas en el Tercer Reich, de acuerdo al diario británico Daily Mail.
Las niñas de entre 10 y 14 años debían asistir a los grupos Jungmadel, mientras que las de 14 a 18 años acudieron a las reuniones del BDM, donde nazis con cargos importantes solían dar conferencias.
Hitler pronto emitió un decreto que señalaba que todos los niños debían ser entrenados para luchar hasta la muerte para defender sus ciudades.
La exmiembro del BDM, Barbie Densk, quien tenía 15 años en ese momento, dijo: “Justo antes del ataque estadounidense, nuestro líder de grupo nos dijo: ‘Chicas alemanas, ustedes son como los lobos grises y delgados de nuestra nación. Como lobos en el gran desierto, la hembra humana es también un depredador natural, proveedor y protector. Como lobos, recorrerán las sombras y no dejarán a ningún enemigo a salvo. Nuestro enemigo se ahogará en su propia sangre, y la nuestra si es necesario’”.
El BDM, fundado en la década de 1920, usó campamentos de verano, folklorismo, tradición y deportes para adoctrinar a las niñas dentro del sistema de creencias nacionalsocialistas, así como entrenarlas para su papel en la sociedad alemana como esposas, madres y amas de casa.
Sus tardes en sus casas giraban en torno al entrenamiento doméstico, pero los sábados involucraban ejercicios extenuantes al aire libre y entrenamiento físico.
El propósito de estas actividades era promover una buena salud que les permitiera a las chicas servir a su pueblo y su país.
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