-Shoemaker-Levy 9: En julio de 1994, el cometa Shoemaker-Levy 9 (SL9) impactó en Júpiter y dejó gigantescas cicatrices oscuras en la atmósfera del planeta. Un año antes, el cometa había sido descubierto por los astrónomos David Levy y Carolyn y Eugene M. Shoemaker cuando orbitaba Júpiter. Fue la primera observación directa de una colisión extraterrestre en el Sistema Solar.

-Halley: Orbita alrededor del Sol cada 76 años, un periodo que fue determinado por primera vez en 1705 por el astrónomo inglés Edmond Halley, quien predijo entonces que el cometa volvería en 1758.

No obstante, así Halley permitió descubrir que los cometas son astros que orbitan alrededor del Sol. Otra de las particularidades de este astro es que es visible a simple vista desde la Tierra. La última vez que se le vio fue en 1986 y está previsto que vuelva a hacerlo en 2061.

-Hale-Bopp: Es el último gran cometa que ha podido ser observado por los aficionados a simple vista. Fue descubierto con tan solo media hora de diferencia el 23 de julio de 1995 por Alan Hale, un científico de la NASA, y por Thomas Bopp, un aficionado puro.

Sin embargo, hay otra historia por la que este cometa ha trascendido. Se trata del suicidio colectivo llevado a cabo por los integrantes de una secta en Rancho Santa Fe (California) con motivo del paso del cometa. Marshall Applewhite convenció a 38 de sus seguidores para acabar con sus vidas y así elevar sus almas hasta la nave espacial que, según creían, se encontraba escondida detrás del cometa.

-Tempel 1: Estados Unidos lanzó la misión “Deep Impact” en 2005. Se trataba de lanzar un proyectil contra el poco brillante cometa Tempel 1 para avanzar hacia el conocimiento de la formación del Universo.

Seis años después, en 2011, los científicos consiguieron obtener las primeras imágenes realmente nítidas sobre el cráter que la nave Deep Impact había dejado sobre la superficie del cometa. Tiene unos 150 metros de ancho y un pequeño montículo central.

-Wild 2: La sonda Startdust de la NASA recogió partículas de polvo de la cola del cometa Wild 2 y las trajo de vuelta a la Tierra. El análisis de estas partículas confirmó que los cometas son más complejos de lo que se creía. Entre los restos recogidos, los científicos encontraron restos de hielo y de fuego.

Fuente: ABC de España