Según el ‘Daily Mail’, estos niños vivían en medio de las privaciones, la violencia y la miseria en el Londres de principios del siglo pasado. Miles vivían en la pobreza extrema en las calles que una ciudad que ahora figura entre las más caras del mundo.

Los niños eran conocidos como los Spitalfields Nippers y rebuscaban en los contenedores de basura ubicados detrás del mercado en el este de Londres, a fin de buscar fruta podrida y ropa para compartir con sus hermanos.

El fotógrafo Horacio Warner capturó estos retratos para resaltar las condiciones de vida cuando era Superintendente de la Escuela Dominical del Instituto Bedford.

Al principio, lo único que quería hacer era captar la vida de los niños, pero en 1913 dos docenas de las fotografías fueron utilizadas por activistas para recaudar fondos de ayuda a los pobres.

El resto del archivo de Warner fue preservado por su familia después de su muerte en 1937 y ha permanecido sin ser publicado hasta ahora. Sus imágenes evocan la pobreza atroz de la época.

Una forma para que los niños ganasen unas monedas era vender leña. Iban a las fábricas y tiendas, pidiendo embalajes, paletas y cajas de té. Picada en tiras, la madera era vendida en la calle en manojos para ganar medio penique.

Muchas noches, sobre todo en el verano, los niños dormían en las calles. Si ellos tenían padres y dinero, podían dormir en el suelo de una de las habitaciones de las casas de huéspedes, que podían ser alquiladas por un chelín una noche.