Un estanque cuyas aguas cambian de color dependiendo de la estación del año y de la incidencia de los rayos del sol sobre su superficie.

Se trata de la Laguna Azul, creada de forma artificial por el hombre como parte de un sistema de control de erosión para proteger al pequeño pueblo de Biei (Hokkaido) en caso de que entre en erupción el volcán Tokachidake.

El caso es que el resultado fue tan espectacular que parece uno de esos prodigios que solo puede generar la naturaleza de forma espontánea.

Todas las tonalidades del azul y del verde se combinan entre sí para conseguir un increíble abanico de tonalidades en las aguas del lago, que pasan del intenso turquesa otoñal a un verde lechoso cuando cae la nieve, pasando por muchas etapas intermedias, a cual más sorprendente.

El efecto es ampliado, además, por la presencia de árboles dentro del agua. El fotógrafo Kent Shiraishi vive en el mismo Biei y se ha hecho famoso fotografiando esta laguna.

Incluso, su trabajo ha sido reconocido por la prestigiosa National Geographic y utilizado para promocionar el nuevo software OS X Lion Mountain de Apple, según Antena3.com.

No se sabe muy bien qué hace que el agua cambie de color de forma tan radical, pero se sospecha que la alta presencia de hidróxido de aluminio crea estas tonalidades al reflejarse la luz solar.

Fuente: 24horas.cl