“Elemental, mi querido Watson”. Algunos de los más sonados asesinatos han podido resolverse gracias a las pruebas que se han encontrado en el lugar de la tragedia. Las fotografías de las escenas del crimen son herramientas que poseen los investigadores para reconstruir una tragedia sin olvidarse de ningún detalle una vez que se ha levantado el cadáver.

Alphonse Bertillon fue un oficial de la policía de que, cansado del desorden y los rudimentarios métodos que usaban los agentes del Departamento de Policía de París, decidió dar un giro a los protocolos criminológicos conocidos hasta la fecha, entre ellos, la forma de fotografiar las escenas del crimen.

Bertillon introdujo el trípode en la escena del crimen, incluyó la perspectiva en sus fotografías e incurrió en la obligación de realizarlas antes de que en el lugar de la tragedia se produjese cualquier tipo de alteración. Toda una rigurosa metodología que hasta el día de hoy los criminólogos continúan respetando.

Algunos de los macabros retratos que este investigador francés realizó entre 1879, fecha en la que se incorporó al departamento de policía, y 1914, año en el que murió, han llegado hasta nuestros días. Realizadas en blanco y negro, en muchas de ellas se puede apreciar el caos reinante después de una violenta lucha.

Una publicación compartida de xenth (@xenth) el

No dejes de ver

Ladrón hacía estiramientos antes de echarse a correr para robar

TAGS RELACIONADOS