A propósito de la con el perro , aquí te presentamos un recuento de otros errores célebres cometidos por instituciones públicas en documentos oficiales.

Cuando ejercía su segundo gobierno, un documento del Jurado Nacional de Elecciones () consignó erróneamente su nombre, bautizándolo como “Alan Damián” en vez de Alan Gabriel Ludwig.

En la Resolución 403-2009, publicada el 16 de junio del 2009, que declaraba improcedente una solicitud del ciudadano Javier Azálgara, a fin de que se anule la inscripción de la candidatura de la plancha presidencial del Apra en 2006.

Lo más curioso del asunto es que la norma en cuestión no aceptó “la vacancia de Alan Damián García Pérez al cargo de Presidente de la República”. El documento llevaba la firma del presidente del JNE de entonces, Hugo Sivina.



Luego que el diario “Expreso” diera a conocer públicamente el error, este fue subsanado diez días después mediante una nueva resolución que declaraba nula la anterior. Esta vez se consignó “Alan Gabriel”, obviando el Ludwig.

“Alan Damián García Pérez”

El 20 de octubre de 2010 fue el Colegio de Abogados de Lima (CAL) el que se equivocó, nuevamente, con el nombre de Alan García, consignando “Alan Damián García Pérez” en una demanda presentada por Richard Gálvez León, quien acusó al mandatario de haberle propinado una bofetada por gritarle “corrupto”.

Cuando a la secretaria del CAL se le hizo notar el error, esta se justificó diciendo que el mismo director de Ética le había dictado el nombre. Ni más ni menos.