“Siempre recuerdo aquel horrible día en el que huimos de la vida a la muerte”, dice Kim Phuc, la niña que fue fotografiada corriendo luego de que napalm cayera sobre su cuerpo y su aldea que 43 años después se convirtió en Embajadora de paz de la ONU.

En 1972, Phuc vivía en la aldea de Trang Bang, al norte de Saigón. Ella y su familia se habían refugiado en un templo cuando empezaron los bombardeos. Temerosos corrieron afuera para encontrar seguridad, pero fue alcanzada por los residuos del líquido inflamable que se adhiere a la piel humana, causando espantosas quemaduras cuando se encienden.

Momentos después, Nick Ut, fotoperiodista de Associated Press, capturó la imagen. “Miré a través del humo negro y vi a una niña, desnuda… corriendo”, dijo.

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Cuando Phuc se acercó, Ut vio que partes de su piel se le caían. Ella se había arrancado la ropa para dejar de quemarse. El napalm ya había quemado su cuello, la mayor parte de su espalda y su brazo izquierdo.

“Dije: ‘Oh, Dios mío, no puedo creer que ella esté tan quemada’. Dejé mi cámara en la carretera y traté de ayudarla. Adentro de mi camioneta ella dijo: ‘Me estoy muriendo, me estoy muriendo’. Continué viéndola a cada minuto. Le dije: ‘Pronto llegaremos’”, narró.

Phuc pasó más de un año en hospitales. Su familia temía que no sobreviviera. Se sometió a un sinnúmero de dolorosos injertos de piel y otras cirugías y, finalmente, se recuperó de sus heridas físicas.

Ahora con 52 años de edad, vive justo en las afueras de Toronto; es esposa, madre y una superviviente inextricablemente vinculada a una fotografía que dominó las portadas en 1972, siete meses antes de la retirada de las fuerzas de combate estadounidenses de Vietnam del Sur.

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Phuc dice que al principio odiaba la foto porque capturó un momento de tormento. Su rostro congelado mostraba un agonizante lamento, momentos después de que un ataque la quemara y desfigurara de por vida; pero se dio cuenta de que si su dolor y terror no hubiesen sido capturados en una fotografía ese día, el bombardeo podría haber quedado perdido en la historia.

“Me di cuenta de que si no podía escapar de esa fotografía, deseaba volver y trabajar con esa imagen por la paz. Y esa es mi decisión”, dijo al ser entrevistada por CNN.