Los perezosos no son los que más duermen

Es cierto que se mueven con lentitud pero un estudio de perezosos en su hábitat natural mostró que dormían unas 9 a 10 horas al día.

Los koalas los superan con unas 14,5 horas pero ninguno se le acerca a los que, por ahora, tienen el récord de dormilones: los pequeños murciélagos cafés (Myotis longipes) que llegan a dormir durante 20 horas al día.

No todos los felinos duermen el 90% del día

El rumor de que los leones se la pasan acostados por más de 20 de las 24 horas del día es una calumnia. Los grandes felinos, como sus pequeños primos domésticos, duermen siestas cortas y esporádicas.

Las ballenas pueden soñar

Aunque los científicos no pueden medir directamente si los animales pueden soñar, sí pueden registrar si experimentan movimientos oculares rápidos (REM o MOR).

Esa es la fase del sueño más profundo, en la que los músculos se mueven menos y los humanos sueñan.

Esa falta de movimiento en los músculos es un problema para los mamíferos marinos pues tienen que retornar a la superficie del agua con regularidad para respirar.

Se sabe que las ballenas pueden dormir parcialmente con una mitad del cerebro y luego la otra, algo que se conoce como el sueño unihemisférico, para poder mantener los movimientos esenciales.

El albatros no duerme cuando vuela

Un estudio reciente reveló que los pájaros pueden mantenerse arriba sin esfuerzos mecánicos gracias a que las articulaciones de sus alas son únicas, lo que parecía respaldar la teoría de que podían dormir en el aire. Sin embargo, este estilo especializado de volar no se presta para dormir.

No todos los tiburones son incansables

Los tiburones pueden estar inconscientes a pesar de que se están moviendo, y así su cerebro puede descansar, ya que la actividad al nadar es controlada por la médula espinal, no el cerebro.

Fuente: BBC