Los delfines han tenido en jaque a los zoólogos los no entendían cómo estos cetáceos de cuerpo fusiforme y aparentemente escasa masa muscular podían nadar tan rápido. Este intrigante aspecto se había convertido en la paradoja de Gray, que seguía sin resolverse desde 1936.

Este zoólogo británico, especializado en locomoción animal, estimó la fuerza de los delfines basándose en su fisiología y concluyó que era insuficiente para vencer la resistencia del agua y permitirles nadar a gran velocidad.

Así que aventuró que su piel debía tener alguna característica especial que le permitiera vencer la resistencia del agua y alcanzar la nada despreciable velocidad de 37 kilómetros por hora, que le convierte en el segundo mamífero marino más rápido después de las orcas.

Y ahora un artículo publicado en el Journal of Experimental Biology demuestra con datos objetivos que, como se sospechaba, Gray había subestimado la fuerza que pueden desarrollar estos simpáticos mamíferos marinos, y ahora sabemos que son diez veces más fuertes que los mejores atletas olímpicos.

En el estudio que publican ahora, los investigadores calcularon con esta técnica la fuerza producida por los animales cuando nadan a ritmo tranquilo y vieron que era de 549 watios. Para hacernos una idea, aproximadamente 1,4 veces la que puede desarrollar un ciclista cuando pedalea a pleno rendimiento. Y cuando aceleraban con rapidez, podían alcanzar los 5.400 watios. Así han logrado demostrar que los delfines tienen la suficiente musculatura para lograr su gran rendimiento en natación, y son mucho más fuertes que los humanos. En concreto diez veces más que los atletas que ostentan marcas olímpicas.

Fuente: ABC