En el año 373 A.C., los griegos describieron como ratones, serpientes, comadrejas, ciempiés y escarabajos abandonaron la ciudad de Hélice días antes de un terremoto devastador. El tsunami de 2004 que cobró la vida de 200.000 personas aparentemente mató pocos animales.

Estos hechos han generado varias investigaciones pero no se ha podido descubrir en los animales habilidades misteriosas. Lo que parece cierto es que algunos de ellos son capaces de detectar diminutas vibraciones o cambios atmosféricos que los humanos no podemos.

Ratones y perros pueden escuchar frecuencias más altas, los elefantes frecuencias más bajas y muchos insectos sienten vibraciones a través de las patas. Estos y otros sentidos podrían ayudarles a detectar pequeños cambios en el ambiente y motivarlos a emprender la huida.

Fuente: BBC