1. ¿Aviones? Imposible: William Thomson Kelvin, un matemático y físico británico de la segunda mitad del siglo XIX, que desarrolló la escala de temperatura Kelvin, no le tenía nada de fe a la entonces inexistente tecnología aérea. Para él, ninguna máquina más pesada que el aire sería capaz de volar. También consideraba que los rayos X era un engaño inútil.

2. ¿Corriente alterna? Inútil: Para Thomas Alva Edison, la investigación para dar con la llamada corriente alterna era una perdida de tiempo, ya que nunca se iba a utilizar. Actualmente, la corriente alterna, la que debemos a Nikola Tesla, es la utilizada para llevar energía a los hogares y otros procesos que la requieren.

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3. La cirugía sin dolor será imposible: Alfred-Armand-Louis-Marie Velpeau, un cirujano y anatomista francés, señaló que la cirugía sin dolor era una fantasía, ya que el uso del cuchillo y el dolor son inseparables. Podemos estar muy felices de que sus predicciones estaban equivocadas.

4. No habrá futuro para la energía nuclear: En 1933, Ernest Rutherford, un científico dedicado al estudio de las partículas radioactivas, lo que le valió el Premio Nobel de Química en 1908, afirmó que la energía derivada de la transmutación del átomo es pequeña en comparación con la energía de las partículas de bombardeo, por lo que había “pocas perspectivas futuras para obtener una nueva fuente de energía a partir de estos procesos”.

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5. Trenes de alta velocidad serían mortales: Dionysius Lardner, un científico irlandés especializado en tecnología de motores de vapor y cálculo integral del siglo XIX, no vaticinaba un futuro para los trenes de alta velocidad. Él declaró que era inviable el uso de trenes que viajarán a más de 120 kilómetros por hora, ya que a esa velocidad los pasajeros no podrían respirar y morirían de asfixia. Hoy, los llamados tren bala pueden alcanzar una velocidad superior a los 400 kilómetros por hora sin afectar la salud de los viajeros.

Fuente: Ojo Curioso